Un sensor infrarrojo pasivo es un sensor electrónico que mide la
luz infrarroja radiada de los objetos situados en su campo de visión. Se
utilizan principalmente en los detectores de movimiento basados en PIR.
Su componente principal son los sensores
piroeléctrico. Se trata de un componente electrónico diseñado para
detectar cambios en la radiación infrarroja recibida. Generalmente
dentro de su encapsulado incorporan un transistor de efecto de campo que
amplifica la señal eléctrica que genera cuando se produce dicha
variación de radiación recibida.
La información infrarroja llega al
sensor piroeléctrico a través de una lente de fressnell que divide el
área protegida en sectores. Se distribuyen lentes con diferentes
características: gran angular, cortina, corredor, antimascotas, etc.
Interior de un Detector de Movimiento PIR
Cuando se instalan los sensores infrarrojo (PIR) y se lo energiza por primera vez, este comenzara a “acostumbrarse” a la radiación infrarroja del ambiente (todos los cuerpos que están a una temperatura superior a 0° Kelvin, emiten radiación infrarroja negativa; esta radiación infrarroja aumenta si aumenta la temperatura del cuerpo en cuestión. Es decir, que recibe la información infrarroja de una pared, el piso, los muebles, etc).
Una vez que se mantiene estable, si un
intruso ingresa al recinto se experimentará un cambio en la radiación
infrarroja del ambiente y el PIR dará una condición de alarma. Una vez
realizada la calibración y ajuste del detector, el led de prueba deberá
quedar apagado por norma de instalación.
Con objeto de lograr total
confiabilidad, esta tecnología integra además, un filtro especial de luz
que elimina toda posibilidad de falsas detecciones causadas por la luz
visible (rayos solares), así como circuitos especiales que dan mayor
inmunidad a ondas de radio frecuencia, así es como funcionan los
sensores de movimiento.
Comentarios
Publicar un comentario